La Comunidad de Madrid habrá ganado un millón más de habitantes entre 2023 y 2037. Superará así los ocho millones de personas, un 15,2% más, según las últimas proyecciones de población del Instituto Nacional de Estadística. De ese millón de nuevos madrileños, proporcionalmente Madrid debería albergar a cuatrocientos mil, pero la capital solo tiene previsto construir 150.000 nuevas viviendas hasta entonces. 

El crecimiento demográfico suele ocasionar problemas de acceso a la vivienda en aquellos casos donde la demanda excede con mucho a la oferta, como sucede ahora mismo. Cómo revertir ese problema, y a la vez regenerar Madrid y hacerlo más sostenible, fueron las cuestiones centrales de la jornada Construyendo el Madrid del futuro, organizada por El Periódico de España y Activos, suplemento de economía del grupo Prensa Ibérica, editor del citado diario. 

La tesis central de los ponentes fue que los nuevos desarrollos del sureste de Madrid, y en especial Valdecarros, resultarán determinantes para fortalecer la oferta de vivienda asequible en la ciudad, así como para dar respuesta a las necesidades sociales en materia de conectividad, espacios verdes o creación de nuevas infraestructuras

Jorge Rodrigo, consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, indicó que esa modernización urbana se concentrará en torno a los desarrollos urbanos del sureste de la ciudad por un lado, y de Madrid Nuevo Norte y Solana de Valdebebas por otro. Anunció que todos ellos disfrutarán de ampliaciones y creación de nuevas líneas de transporte público colectivo. 

Sobre la regeneración urbana en la ciudad, Paloma García Romero, delegada del Área de Gobierno de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid, destacó que los Desarrollos del Sureste se convertirán en microciudades para vivir de forma funcional. Serán espacios de elevada calidad, sostenibles y verdes, donde el peatón será el auténtico protagonista y habrá zonas comerciales de proximidad que evitarán el riesgo de reducirlos a meras ciudades dormitorio.  

El presidente de Valdecarros Madrid, Luis Roca de Togores, indicó que toda la región es una historia de éxito, que explica el interés de cada vez más personas por trabajar y vivir en la Comunidad y en la capital. Valoró que consolidar ese demanda sin aumentar los precios requiere una respuesta combinada para aumentar la oferta de vivienda asequible, donde es importante gestionar bien las viviendas de segunda mano y sobre todo activar suelo para poner en el mercado nueva vivienda. 

Carolina Roca, presidenta de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid, se mostró convencida de que intentar solucionar el problema de la vivienda sólo con fondos públicos nunca será suficiente. Animó a encontrar políticas de colaboración que permitan atraer la inversión privada, porque únicamente así se conseguirá revertir el actual déficit de 40.000 viviendas anuales en la Comunidad madrileña. Se mostró esperanzada de que así puedan duplicarse las 150.000 viviendas asequibles nuevas en la capital previstas a medio plazo.  

La felxibilidad fue el factor diferencial de esos nuevos desarrollos más valorado por Eugenia del Río Villa, secretaria de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. En cuanto favorecen los usos mixtos, cree que los nuevos barrios generan mejores relaciones vecinales, reducen desplazamientos y amplían la sostenibilidad. Añadió que suponen una verdadera oportunidad de mejora de la red de transporte público y de reducir de forma sistemática el uso del vehículo privado.

 

La jornada, en cinco opiniones 

Javier Rodrigo reivindicó la batería de medidas que el Gobierno regional ha aprobado para incentivar la vivienda asequible, incluidos los planes Vive, Mi Primera Vivienda y Alquila. Los consideró necesarios para avanzar más rápido mediante un futuro Pacto Regional de Vivienda. Anunció que incluirá rebajas fiscales, estímulos administrartivos y reformas legislativas para conseguir que salgan muchas más viviendas al mercado. A su juicio, para bajar precios es más eficaz incrementar la oferta que declarar zonas tensionadas. 

Paloma García Romero se mostró convencida de que los poderes públicos no pueden asegurar toda la oferta de vivienda necesaria, lo que explica la conveniencia de activar modelos de colaboración público-privada, en los que Madrid sigue en vanguardia. “No es casualidad que seamos la ciudad que atrae mayor volumen de inversión extranjera”, argumentó. 

Luis Roca de Togores ponderó la flexibilidad y la integración de usos que el nuevo barrio de Valdecarros viene aplicando desde el inicio de las obras de urbanización. Cree que una de las claves para conseguirlo ha sido diversificar los servicios presentes, de forma que las distintas parcelas de viviendas tengan usos complementarios y alternativos en dotacional privado. 

Carolina Roca declaró sentir envidia de otros sectores económicos capaces de avanzar a la par o incluso anticiparse a los cambios sociales. Lamentó que el inmobiliario siguiese tan encorsetado por una normativa demasiado garantista que dificulta la llegada de inversores y poner en el mercado los inmuebles que la sociedad requiere. 

Eugenia del Río Villa valoró que los nuevos barrios permitirán recuperar la naturaleza en la capital, gracias a lo cual los espacios verdes estarán al alcance de muchos más madrileños sin necesidad de los largos desplazamientos que debían realizar hasta ahora. Lo vinculó a un cambio de hábitos de los ciudadanos, que ahora solicitan pisos sostenibles y espacios saludables integrados en un entorno verde y donde se pueda reciclar.