Valdecarros, el mayor proyecto residencial de toda Europa para los próximos veinte años, fue presentado el pasado 4 de mayo en el desayuno informativo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en un acto organizado por la agencia de noticias Europa Press.
El presidente de la Junta de Compensación de Valdecarros, Luis Roca de Togores, participó en el acto, en el que presentó el proyecto de nuevo barrio, que acogerá más de 50.000 de las 150.000 viviendas que se construirán en la capital hasta 2040. Roca de Togores destacó que este desarrollo del sureste tiene el objetivo de “facilitar el acceso a la vivienda, sobre todo a los jóvenes. Una apuesta de fondo para la que no existen fórmulas mágicas ni atajos”, y que a su juicio surge desde la colaboración público-privada y el buen entendimiento entre instituciones. Al acto con Díaz Ayuso asistieron el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, así como la presidenta de la Asamblea de Madrid, embajadores y miembros el cuerpo diplomático, miembros del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, entre ellos la vicepresidenta segunda del mismo, portavoces parlamentarios, rectores de universidades, alcaldes de municipios madrileños y representantes de las organizaciones sindicales, empresarios, autoridades y medios de comunicación.
Para el presidente de la Junta de Compensación, los desafíos que experimenta actualmente el sector inmobiliario, como la guerra en Ucrania, el encarecimiento de las materias primas, el aumento de los costes de construcción, los largos trámites administrativos o la falta de mano de obra cualificada, “es indispensable estimular la oferta para contribuir a reducir el precio de la vivienda”.
Valdecarros tiene prevista la construcción de 13.500 viviendas para los próximos cuatro años. Además, es la mayor reserva de suelo de Madrid, con una extensión de 19 millones de metros cuadrados, en la que se construirán más de 51.000 viviendas libres y protegidas, que albergarán una población de 150.000 personas. Contará con 4.240.495 m2 destinados a dotaciones públicas, equivalente a una ratio de 27 m2 por habitante, y 462.000 m2 destinados a superficie comercial que fomentarán el comercio de proximidad y dinamizarán la vida en el barrio. El barrio está planificado de forma que todas las viviendas estén situadas a menos de 200 metros de una dotación.